jueves, 11 de abril de 2013



CRONICAS DE SOCIEDAD


por Pelayo Ruipalda y Argentona de Gómez Ruiz-Heller "Pochi"





Se está celebrando en la capital cubana la Semana de la Moda Deportiva Caribeña ( Caribbean Fashion Sport Week 2013), como siempre con el patrocinio exquisito de puros habanos Montecristo y ron añejo Legendario.


A las habituales casas de moda capitalinas se une este año, como principal novedad, la presentación de una colección revolucionaria en lo que es la primera incursión, exitosa a la vista de las críticas internacionales, de los hermanos Castro en la moda casual.


La misma consta de prendas cómodas de líneas amplias pero con un toque actual: chándal de corte clásico pero con la cinturilla alta, chaquetillas sin hombreras que se lucen desabrochadas, polos con bolsillo y t-shirt de finísimo algodón blanco. Se nota en ellas la mano desinhibida del mayor de los diseñadores.

De las tijeras del menor salen, por contra, guayaberas high tech en tejidos transpirables y chaquetas militares de corte depurado. Toda la colección es muy masculina y sumamente ponible, pero tengo que destacar mi prefer, el short tipo meyba con las banderas de los equipos de la Concacaf en el pompis, que si se los calzas a los modelazos de Abercrombie & Fitch, servidor les pone un piso en Varadero.



Por lo demás, poca novedad. Mucho calor, ambiente cool y participación récord. Caras famosas en el front row entre las que destaco a Pilar Bardem, delgadísima con un little black dress de Primark, a la fundadora del ballet Tropicana (divina a sus noventa y siete años) y al último miembro vivo de la Asociación de Excombatientes Revolucionarios Oswaldo Nicomedes.



Para terminar: una decepción y una confirmación.


Se esperaba con máxima expectación para la jornada de clausura la reaparición de Fidel y así lo hizo. La imagen de los dos diseñadores recorriendo de la mano la alfombra color mango resultó un momento memorable y más si cabe cuando, alborozados y sin poder contener por más tiempo la emoción, dieron paso entre aplausos a los modelos que lucieron sus prendas. No pudo desfilar el presidente electo de Venezuela, Nicolás Maduro, ganador por amplísimo margen de las recientes elecciones en su país.



Sí lo hizo, y fue lo más, Evo Morales, literalmente se salió. En un giro atrevido al culminar la pasarela, que nos recordó el poderío de Naomi Campbell (cadera, cadera, cadera, mirada de pantera al infinito, brazos en jarras, vuelta con golpe de pelazo) se le hizo un ocho el poncho al mandatario boliviano yendo a dar de bruces entre el animado público. Algarabía general y tímidos gritos de "mira como el comemielda de Juan Caaalo".



Fiesta final en el Meliá Cohiba, discoteca, un par de daiquiris, mi piñita colada, mojitos fresquitos y ¡CUBA LIBRE... azúcar! (y ya puestos a pedir, para mí un mulato glaseado).


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